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❄ ❆ Prólogo ❄ ❆





45 DÍAS ANTES. 

- Tengo pequeños recuerdos de esa noche- dijo mientras buscaba el filo de su rebeca, el frió empezaba a colarse por las ventanas cerradas. No levantaba la mirada de sus manos-. Le había dicho que se quedara en casa, que hoy con suerte iba a salir pronto de la guardia- se quedó en silencio un segundo, como si estuviera viviendo el momento en ese justo instante, después volvió a mover sus manos-. Pero al parecer no me hizo caso.

Con las dos manos agarró la taza de café que había sobre la mesa colocada entre los dos sillones, el suyo y el de su psicóloga. Había tenido que ir allí varias veces porque no dormía y apenas vivía, se había vuelto en un muerto viviente que actuaba por instintos y esto le estaba perjudicando en el trabajo. 

- ¿Qué sentiste cuando te enteraste?- pregunto su psicóloga mientras apuntaba algo en la libreta que estaba colocada sobre tus piernas.
- Estaba en la zona de pediatría, asistiendo a una consulta de un niño que empezaba a tener síntomas de gripe ya sabes lo malo que son los cambios de tiempo ahora. Estaba con mi superior Marco, es un doctor magnifico y habíamos hablado de prepararme para presentarme a las pruebas para dejar de ser enfermera y ascender a doctora... Pero supongo que eso ya no importa- volvió a desconectar por varios segundos, hasta que se llevó el dedo indice de su mano derecha para morderse la uña, mal vicio había empezado a base del accidente. 
- Aina, prosiga.
- Eh, si, pues eso, estaba en la consulta cuando sonó mi buscador que necesitaban ayuda en urgencias. Salí corriendo pues el trabajo me llamaba, cuando llegué a la zona de urgencia...- miró hacia una pared de la habitación-. Es un hospital pequeño ¿sabe? No se tarda tanto, llegué cuando todavía no había entrado la camilla por la puerta de urgencia. Fui a la que le dieron el parte con la información, varón de mediana edad rubio. Podría ser cualquier persona, ¿a qué si?- dijo levantando la mirada hacia la psicóloga y le sonrió tristemente- Pero cuando entró la camilla por la puerta era él, estaba medio inconsciente, con un collarín y con heridas y moratones por todo su cuerpo. Llevaba la ropa rajada y tenía sangre por todo el cuerpo- instintivamente pegó las rodillas a su pecho y escondió la cara entre sus piernas-. Mis compañeras mas allegadas se dieron cuenta de quien era pero no había tiempo para nada, teníamos que reaccionar y fui hacia él, le agarre la mano que estaba helada en pleno septiembre cuando era la persona con mayor temperatura corporal que conocía. Empecé a llamarlo, "Justin, Justin" y él medio abrió los ojos, pero era como si no viese nada, pero me escuchaba. "Lo siento Aina, lo siento", me dijo sin poder respirar y en apenas un murmullo.- dijo entre lágrimas, sus palabra era cada vez más difícil de entender-. "Calla y quédate conmigo", le dije y medio me sonrió, pero era como si no controlara los ojos y se quedaron en blanco, y la maquina que marcaba su pulso emitió un sonido chirriante y todo el mundo se me vino encima, me subí a la camilla en movimiento e intenté reanimarlo mientras mis lágrimas caían sobre su cara magullada...

Y rompió a llorar como una tormenta rompe en el cielo, sin pleno aviso. De unas cuantas lágrimas pasó a un mar que inundaba su cara y los pulmones no le daban a basto, tenía la respiración entrecortada y volvía a tener esa sensación de que se le nublaba la vista y solo oía un pitido, el que hizo su corazón por última vez hasta que una compañera la apartó de encima de la camilla. Aina buscó aire y prosiguió.

- Mi compañera Cassandra me apartó y me agarró mientras yo le pegaba patadas y movía mis brazos. Pero me sujetó y me metió en un cuarto de baño e intentó que se me fuera el ataque de ansiedad pero simplemente me derrumbe en el suelo. En vez de haberlo acompañado estaba en el suelo del cuarto de baño llorando como una niña chica. 
- Tienes 23 años Aina- le recordó la psicóloga.
- Ya, pero debería de haber hecho algo- dijo mientras jugaba con el anillo de su mano izquierda-. Pude haber hecho algo.
- No, demasiado estas haciendo ahora. Pero no me has respondido la pregunta que te he hecho. ¿Cómo te sentiste? 

Ella empezó a pensar en ese momento cuando dejó de pitar la máquina al son de sus latidos, qué sintió, cual fue su primer pensamiento. Y no fue difícil, ese sentimiento le había acompañado este tiempo y seguía con él, y no sabía como acabar con esa sensación. 

- Sola. Me sentí sola, como si ya no tuviera sentido mi existencia. 
- ¿Y cómo te sientes ahora, Aina?
- Me siento impotente al verlo en la cama y no poder hacer nada, sin ni siquiera saber si volveré a verlo sonreír.
- Saldrá del coma.

Aina se secó las últimas lágrimas que se deslizaban por su mentón, y su mirada cambió de tristeza a incertidumbre. 

- Todo el mundo me dice eso, que saldrá de esta, que despertará, pero nadie se ha parado a pensar que será de él después. ¿Y si no es el mismo cuando se despierte? Sé que se va a despertar, su vida no acaba aquí, si que me da miedo que no se despierte pero no es lo que me aterroriza. Me aterroriza que no sea él cuando vuelva a abrir los ojos, o que prefiera estar muerto.
- Bueno pero no adelantemos acontecimientos, todo se verá cuando despierte. 

Ella se quedó mirando la taza de té, pensando en lo que acaba de decir. Cómo sus pesadillas solían tratar de Justin odiando su vida por ser dependiente de tubos o de enfermeras. Pero aún así, ella se veía a su lado de por vida.

Pero por desgracias a veces ocurre lo que una menos se espera y es que 45 días después Aina se dará cuenta que había algo aún peor en lo que no había caído.  

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Vale, ahí esta. Esto no es lo que había estado escribiendo, esto lo escrito ahora para que tengáis una pequeña introducción para saber si merece la pena seguir escribiendo o no. Si veo una buena recibida aun que sea de una persona posiblemente más tarde o mañana suba el primer capitulo como tal. Esta historia no tiene titulo porque no me viene ninguno a la cabeza, así que si la cosa va bien ya pensaré en alguno y os lo diré. 

Están los comentarios en anónimo activados y podeis dejarme una confesión o pregunta en mi curious cat con cualquier cosa, tanto que os gusta como que no os gusta, me gustaría saber. 
Llevo como... ¿dos años? Sin subir nada de Justin, y aun que muchas hubierais preferido que fuera The Game, pero todavía no estoy preparada para retomarla pero quiero subir algo para no malgastar mi tiempo libre y además, lo echaba de menos. Ahora bien, va a ser una historia pequeña e intentaría subir un capítulo largo cada semana y estará ambientada en navidad como ya hice una vez con Under the mistletoe y la verdad es que me gusto mucho.

Asi que quien sabe, si apoyáis mucho esta historia y le dais mucho amor para año nuevo empiece con The Game.

Y por último, muchas gracias por volver a leerme y ya sé que he perdido la costumbre de escribir pero lo he disfrutado como una niña pequeña :')

5 comentarios:

  1. Ayyyyyy pero como te gusta dejarnos con intriga! No se que puede ser en lo que no ha caído Aina.. Con ganas de seguir leyendo!! Un beso guapa

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  2. Pd:"45 días" podría ser un buen nombre para la novela??? Idk no soy muy original jajajajaj

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  3. Guau... qué toque tienes. El prologo me ha dejado con ganas de más, qué curiosidad jajaja: voy a seguir.

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  4. VUELVE TRIXIEEEEEE ����������

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Gracias.

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